En Estados Unidos piden suspender ayuda a la Policía Nacional por la brutal reacción de los uniformados contra manifestantes.
Cincuenta y cinco Congresistas Demócratas hicieron saber las inquietudes en carta al secretario de Estado, Anthony Blinken, nota en la cual proponen denunciar lo que viene sucediendo en Colombia, particularmente contra estudiantes y jóvenes nacionales.
La reacción se suma a otras más desde Europa, en donde varios gobiernos, organizaciones civiles y defensoras de los derechos humanos expresan, más que preocupación, “indignación” por la represión contra los participantes en el paro nacional.
Para los congresistas norteamericanos es de “profunda preocupación” la situación política y de derechos humanos que se mantiene fuera de control, luego de casi tres semanas de duras manifestaciones en muy buena parte del país.
“Le urgimos a todas las otras agencias de EE. UU., que de manera clara y contundente denuncie esta violencia, pidan el desescalamiento inmediato” y ayuden a calmar la tensión en Colombia.
Además, reclamaron a Washington que se asegure de que los recursos enviados por los Estados Unidos a Colombia, no estén siendo utilizados por el ESMAD para reprimir las protestas.
También pidieron bloquear donaciones y aportes que vayan dirigidos a diferentes fuerzas de seguridad “involucradas en el manejo de las manifestaciones”.
Insinuaron que el gobierno de Iván Duque, como estrategia, trata de hacer creer que las protestas vienen siendo infiltradas por grupos terroristas con la intención de estigmatizar las machas y concentraciones de la ciudadanía inconforme.
Otro punto importante lo constituye en hecho de que hayan solicitado el envío de vacunas sobrantes en los Estados Unidos, para que en Colombia se atienda de manera inmediata la crisis generada por la pandemia.
A comienzos de mayo y cuando el paro nacional alcanzó niveles dramáticos de efervescencia atizados por la represión policial, las Naciones Unidas y la Unión Europea emitieron su voz de condena.
"La UE condena los actos de violencia, que apuntan contra los derechos legítimos a manifestarse, a la libertad de reunión y de expresión. Es muy importante que se respeten estos derechos", indicó el portal France 24 atribuyendo el pronunciamiento a Peter Stano, portavoz de la Unión Europea.
Para las democracias del viejo continente, según la misma fuente, debe “poner fin a la escalada de violencia”, como también “investigar y llevar a la cárcel a los responsables de cualquier abuso y violación a los derechos humanos”.
Expresiones del mismo tipo se escucharon desde Ginebra, Suiza, en la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos; denunciaron “excesivo uso de fuerza” desde el sector oficial para con los manifestantes.
Las fuerzas de seguridad "utilizaron munición real, golpearon a manifestantes y hubo detenciones, en el contexto de una situación tensa y volátil en la que algunos participantes en las protestas también han sido violentos", indicaron.
Mucho más severo fue José Miguel Vivanco, director ejecutivo para América Latina de Human Rights Watch: acusó al ESMAD de “irrespetar los derechos humanos”.
El más reciente caso sobre la “brutalidad policial”, según denunció el senador Wilson Arias, ocurrió en Popayán, Cauca; acusan a las fuerzas del orden de provocar el suicidio de la joven (17 años) AllisonMeléndez, quien habrían detenido y volando dentro de una sede del cuerpo uniformado.
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