¿Quién manda a quién? Si va de paso, pídame permiso; si viene a quedarse, bien pueda.
Opinión
Por: Octavio Quintero
El Satélite
Envía: REDGES
El Consejo de Estado pidió al presidente Duque explicaciones sobre el arribo de militares estadounidenses ya que, “… por virtud de la Constitución Política (artículos 173-4 y 237-3), el tránsito de tropas extranjeras por el territorio nacional demanda la intervención de distintas autoridades del poder público, entre las que se cuenta el Consejo de Estado”.
Algunos hermeneutas jurídicos del Centro Democrático han interpretado que la Constitución solo obliga al Presidente a solicitar permiso del Senado, o consultar al Consejo de Estado sobre la presencia de tropas extranjeras en el territorio nacional, cuando van en tránsito; y no, si vienen a establecerse: ¡hágame el favor!
El más aventajado de todos: el senador, José Obdulio Gaviria, dijo en un trino del 28 de mayo: “Magnífica ocasión para explicarle a Petro y FARC que senado autoriza TRÁNSITO (no es el caso). Tropas de USA vienen a asesorar para mejorar tácticas en operaciones contra el narcotráfico, asunto q compete al ejecutivo. Muchos lo celebramos, otros lo repudian. Es un país libre”.
Al siguiente día, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo dijo en la Radio Nacional: “En ningún momento habrá tránsito de tropas extranjeras…”.
El anterior trino del Senador y la declaración radial del Mindefensa serán la base jurídica en que el Presidente Duque responderá la carta que le envió el CE: póngale la firma.
¿Se quedará así?
Reiteramos lo que advertíamos en reciente editorial: «… En tanto que las altas cortes … no tomen una decisión que aleccione la conducta recurrente de los altos funcionarios del Estado de violar la Constitución … Colombia seguirá siendo mera ‘Banana Republic’».
COVID-19 no puede soslayarnos el peligro de aupar militares estadounidenses en Colombia en distintas actividades misionales en momentos en que las relaciones bilaterales con Venezuela, con EU de por medio, cruzan por una confrontación ideológica llevada al paroxismo político y militar.
Si el CE, frente a la respuesta cantada de Duque, entra a resolver de fondo la cuestión, debe encontrar que el Presidente violó la Constitución en esos artículos que taxativamente cita el presidente de la alta corporación, Álvaro Namén.
¿Qué sigue?
En términos del Código Disciplinario habrá “culpa gravísima cuando se incurra en violación manifiesta de reglas de obligatorio cumplimiento”.
El procurador Carrillo, ya debiera haber pedido la respectiva investigación de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, la competente para juzgar al Presidente.
Si, como desgraciadamente creemos que las cosas no pasarán de latidos de perro que no muerde, la ‘Banana Republic’ seguirá gobernada por una casta de funcionarios públicos haciendo los que les da la gana.
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