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Anif le manda decir que….

por: Omar Gamboa

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A mí que me esculquen. El cinismo es la capucha del Gobierno que encubre su arremetida contra la protesta social   Editorial El Satélite Octavio Quintero ANIF, (Asociación Nacional de Instituciones Financieras), es un tanque de pensamiento creado por el grupo Aval (Sarmiento Angulo) para ‘sugerirle’ al Gobierno (con carácter imperativo), la política económica que debe seguir con el fin de asegurar los buenos resultados macroeconómicos de los que se ufana, y gozan los más ricos, pero que pesan como plomo en los bolsillos de las clases media, baja y pobres irredentos. La última recomendación de ANIF es, eliminar el pago de intereses a las cesantías de los trabajadores equivalente a un 12% del salario mensual que se abona en la segunda quincena de enero; y, obviamente, con el manido argumento de generar empleo. Ej.: si el salario mensual es, $2 millones, el abono sería de $240.000 por año. Al vocero financiero de Sarmiento Angulo los intereses a las cesantías le parecen altos, pero, de vuelta, no le parecen altas las tasas de interés, debidamente autorizadas por el gobierno (Superfinanciera) que pueden cobrar a los clientes en las distintas modalidades de préstamos que toman con los bancos. Hagan cuentas El interés bancario corriente en este mes de enero está certificado en 18,77%, y la metodología tradicional es que, sobre esa tasa, las entidades bancarias pueden aplicar hasta un recargo del 1,5% para fijar lo que llaman “interés remuneratorio” o “sancionatorio”. Es decir, pueden cobrar hasta el 28,16%. En el ejemplo de las cesantías, arriba mencionado, si un banco presta $2 millones, al cabo del año puede cobrarle al deudor hasta $563.200 de intereses; pero, si los toma como ahorro, solo paga $240.000; y eso es lo que le parece mucho a ANIF. Quieren más… A la propuesta sobre eliminación de intereses a las cesantías, ANIF le suma la eliminación del 4% de los aportes empresariales a las cajas de compensación familiar y reducir los costos de enganche-despido de un trabajador. Y quiere más: también propone “imperativamente”, es el término que usa, ajustar el incremento del salario mínimo (que este año califica de “exagerado”) a la regla universal, de manera que los aumentos no superen las ganancias en productividad. Es decir, solo IPC + productividad… nada de algunos puntos adicionales que puedan incrementar la menguante demanda de los trabajadores: ¡Nada de eso! Como el agalludo, “¡todo pa´mi!” Y, como siempre, la propuesta de ANIF, ‘altavoz’ del mandamás, Sarmiento Angulo, dice que se hace ante las tensiones en el mercado laboral por la alta tasa de desempleo producto de una pobre absorción de mano de obra, por una parte, y por otra, ante el arribo al país en el último año de, por lo menos, 1,6 millones de venezolanos. Haciendo el mandado Puede uno apostar, a ojo cerrado, que lo de ANIF no es una simple ocurrencia sacada de la inteligencia artificial de algún computador… Es, agua que viene de alberca; globo que se echa al aire, a pedido del Gobierno, a ver dónde cae; es, para decirlo en términos médicos, la canalización del paciente por donde se le administrará la anestesia, antes de meterlo al quirófano. Pero, tirando la piedra y escondiendo la mano, el Gobierno afirmará, hasta último momento, que no tiene ninguna propuesta de reforma pensional o laboral: el cinismo es la capucha del gobierno que encubre su arremetida contra la protesta social.